sábado, 2 de marzo de 2013

LA ZARZA ARDIENDO



 ESTA SEMANA EN NUESTRA PARROQUIA LA MISION EN VALENCIA
Testimonio en nuestra parroquia del sacerdote Juan Bautista Antón.
Los días 6-7-8 de marzo a las 19:30 horas en nuestro Templo. 


 
 


III DOMINGO DE CUARESMA (C-2013)

“YO SOY”



El Señor es el que es, no hay otro, aunque el mundo quiera vender más dioses, estos son fruto de la imaginación del hombre de ser tan pretensioso de querer fabricar a dios, ¿Qué criatura inferior puede fabricar a dios? Ninguna, porque esta no sería dios, sería un fabricado, un dios que utilizo para conectar con la divinidad, pero que al final no es nada, es hueco y vacío.

El Señor se dirigió a Moisés, se le manifestó a través de la zarza ardiendo, una zarza que no se consumía, que maravillaba, que se encontraba en lugar santo y sagrado, y como siempre un mensaje para el pueblo, un mensaje que se sigue manifestando una y otra vez a todos los pueblos. Hablamos del mensaje de la liberación, de salir de la esclavitud que oprime y no deja ser libre al hombre, esa atadura no es producida solo por hombres tiranos, es producida por el afán del hombre de ser dios, de dominarlo todo, de alimentar su soberbia y sobre todo la autosuficiencia.

El Señor viene hoy a nosotros a sacarnos de nuestro pecado de nuestra incredulidad y nos llama a descubrir la tierra prometida, a ser libres de  verdad, a romper las cadenas y decir que el Señor es el que es, y que no hay otro fuera de él.

Tengamos cuidado en el camino de peregrinación en esta vida, no caigamos ante las dificultades, como nos dice san Pablo, todos salieron en busca de la tierra prometida y ¿Quién no busca en esta vida una tierra prometida, una vida mejor para él y los suyos? Pero luego resulta que el camino no es nada fácil. Nosotros somos ese pueblo llamado por Dios a salir de nuestra esclavitud y nos ponemos en camino, pero en ocasiones las dificultades del camino, nuestro pecado, nuestra debilidad, ahoga nuestra buena intención, y acabamos maldiciendo a Dios por habernos sacado de la esclavitud, porque a lo mejor a veces es más cómodo vivir aposentado en el pecado, ser preso de los pecados, del egoísmo, del placer, de la comodidad, no queremos hacer el esfuerzo de salir de ahí, y negamos el rostro a Dios, o nos ponemos en camino a medias.

Esto es igual que los bautizados que viven al margen de Dios, dijeron si en cierto modo, pero realmente es un no, no dejan lugar al señor en sus vidas, no practican los sacramentos, ni la comunión fraterna, no  viven con el verdadero Dios, están al margen, viven presos del egoísmo de sí mismos, y dicen un sí a su dios disfrazo de cristianismo.

Nuestra vida tiene que dar fruto, pero a veces nuestra ceguera hace que consumamos vida en vez de realmente vivirla. Nos planteamos algo muy importante, ¿Si decimos si a Dios? ¿Nos irá todo bien? Es el gran error de la fe inmadura, que piensa que Dios te librará de los males de este mundo, como vemos hay ciertas cosas que ocurren igual a todas las personas, tales como los accidentes, las enfermedades, la muerte, etc., es la propia condición humana, nuestro peregrinar llega más allá, porque trasciende la existencia terrena, no olvidemos que nuestra meta no es esta vida.

Javier Abad Chismol

Párroco

SEDE VACANTE


Las noticias en la Iglesia nos han creado a todos cierta inquietud, supongo que es inevitable, es la primera vez que vemos una despedida de un Papa por voluntad propia. Este acontecimiento nos ha hecho mucho que pensar, y por supuesto las especulaciones están servidas, ¿Qué es lo que habrá ocurrido en su totalidad? Eso desde luego no podremos saber nunca, lo que es cierto es que un gran hombre el Papa emérito Benedicto XVI nos ha dado una gran lección de humildad y de servicio a la Iglesia.

No es nada fácil dejar el poder, aunque flaqueen las fuerzas, el poder es un plato de gusto y el ser humano una vez lo ha probado no quiere dejarlo, solo puede hacerse por amor a Dios y con una actitud de servicio completo a la Iglesia, saber morir a uno mismo para buscar el bien general.

Precisamente el bien común fue el deseo del Papa cuando ya se encontraba retirado, fueron sus últimas palabras, que entre todos construyamos un mundo más justo y solidario, un mundo mejor, y para ello es fundamental la generosidad, la entrega, el saber morir;  “si el grano de trigo no muere no puede dar fruto”.

Ha dado una gran lección al mundo, en donde los que experimenta el poder no lo quieren soltar bajo ningún concepto, y en muchas ocasiones no buscan ese bien común, lo que se busca es el bien propio, el servirse del servicio a los demás.

Ahora estaremos todos expectantes para ver que nos encontramos, para ver el conclave, veremos si los cardenales haber dar ejemplo de unidad, de caridad y servicio a la Iglesia, que se dejen guiar por el Espíritu Santo, que no caigan en las rivalidades humanas, que se dejen llevar para que la barca de Pedro siga su peregrinar por este mundo.



Javier Abad Chismol

SANTO DE LA SEMANA 
8 DE MARZO

 San Juan de Dios


San Juan de Dios
John of god murillo.jpg
Por Bartolomé Esteban Murillo
Fundador
Nacimiento 8 de marzo de 1495
Montemor-o-Novo, Portugal
Fallecimiento 8 de marzo de 1550
Granada, España
Venerado en Iglesia Católica Romana
Beatificación 21 de septiembre, 1630, por el Papa Urbano VIII
Canonización 16 de octubre, 1690, por el Papa Alejandro VIII
Festividad 8 de marzo
Atributos Granada (fruto), enfermo en brazos
Patronazgo Granada (copatrón), Bandera de Panamá Natá de los Caballeros, Panamá
De los hospitales, enfermos, enfermeros, bomberos, alcóholicos y vendedores de libros.

San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del Hospital Real, Manuel Gómez-Moreno González (1880). Museo de Bellas Artes de Granada.
San Juan de Dios (Montemor-o-Novo 8 de marzo de 1495 - Granada 8 de marzo de 1550) es el fundador de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Su nombre de pila era João Cidade Duarte ('Juan Ciudad Duarte' en español).

Biografía

Cuando aún no contaba con doce años, se establece en Oropesa, (Toledo) (España), en la casa de Francisco Cid Mayoral, al cual le servía como pastor. A la edad de 27 años, (1523) se alistó en las tropas de un capitán de infantería llamado Juan Ferruz, al servicio del Emperador Carlos I, en la defensa de Fuenterrabía, contra de las tropas francesas. Fue para él una dura experiencia, siendo expulsado por negligencia en el cuidado de las ganancias de su compañía (se salvó en el último momento de ser ahorcado). A pesar de ello, volvió a combatir en las tropas del conde de Oropesa en 1532, en el auxilio de Carlos V a Viena, sitiada por los turcos de Soliman I.
Al desembarcar en España por la costa gallega, siente la necesidad de entrar en Portugal y reencontrarse con sus orígenes. Pero este deseo se ve seriamente frustrado: sus padres han muerto; tan sólo queda su tío. De allí pasa a Andalucía y estando de paso en Gibraltar decide embarcar para África. En su mismo barco, encuentra al caballero Almeyda, su mujer y sus cuatro hijas que habían sido desterrados por el rey de Portugal enviándolos a Ceuta. El padre le contrata como sirviente, pero pronto cayeron todos enfermos, gastando la poca fortuna que traían, viéndose en la necesidad de pedir socorro a Juan de Dios. Este, mostrando ya la enorme caridad que le convertiría en santo, se pone a trabajar en la reconstrucción de las murallas de la ciudad, permitiendo que de su salario comiesen todos. Más tarde, pasa a Gibraltar, donde se hace vendedor ambulante de libros y estampas. De ahí se traslada definitivamente a Granada, en 1538, y abre una pequeña librería en la Puerta Elvira. Sería en esta librería donde comienza su contacto con los libros de tipo religioso.
El 20 de enero de 1539 se produce un hecho trascendental. Mientras escuchaba el sermón predicado por San Juan de Ávila en la Ermita de los Mártires, tiene lugar su conversión. Las palabras de Juan de Ávila producen en él una conmoción tal, que le lleva a destruir los libros que vendía, vaga desnudo por la ciudad, los niños lo apedrean y todos se mofan de él. Su comportamiento es el de un loco y, como tal, es encerrado en el Hospital Real. Allí trata con los enfermos y mendigos y va ordenando sus ideas y su espíritu mediante la reflexión profunda. Juan de Ávila dirige su joven e impaciente espíritu y lo manda peregrinar al santuario de la Virgen de Guadalupe en Extremadura. Allí madura su propósito y a los pies de la Virgen promete entregarse a los pobres, enfermos y a todos los desfavorecidos del mundo.
Juan vuelve a Granada en otoño de ese mismo año, lleno de entusiasmo y humanidad. Los recursos con los que cuenta son su propio esfuerzo y la generosidad de la gente. En un principio Juan utiliza las casas de sus bienhechores para acoger a los enfermos y desfavorecidos de la ciudad. Pero pronto tuvo que alquilar una casa, en la calle Lucena, donde monta su primer hospital. Pronto crece su fama por Granada, y el obispo le pone el nombre de Juan de Dios. En los siguientes diez años crece su obra y abre otro hospital en la Cuesta de Gomérez. Es, así mismo, un innovador de la asistencia hospitalaria de su época. Sus obras se multiplican y crece el número de sus discípulos -entre los cuales destaca Antón Martín, creador del Hospital de la Orden en Madrid llamado de Nuestra Señora del Amor de Dios- y se sientan las bases de su obra a través del tiempo. El 8 de marzo de 1550, a los 55 años, moría Juan de Dios en Granada, víctima de una pulmonía a consecuencia de haberse tirado al Genil para salvar a un joven que, aprovechando la crecida del río, había ido para hacer leña pero se cayó en medio de la corriente y estaba en trance de ahogarse. Lógico final para una vida totalmente entregada a los demás.
Fue beatificado por el papa Urbano VIII el 1 de septiembre de 1630 y canonizado por el papa Alejandro VIII, el 16 de octubre de 1690. Fue nombrado santo patrón de los hospitales y de los enfermos.
A su muerte su obra se extendió por toda España, Portugal, Italia y Francia y hoy día está presente en los cinco continentes.
San Juan de Dios fue enterrado en el convento de la Victoria de Granada (Carmen de los Minimos) en el año 1550 y sus restos permanecieron en el mismo hasta el año 1664, el día 28 de Noviembre de aquel año, los hermanos de San Juan de Dios trasladaron sus restos a la iglesia del Hospital de San Juan de Dios; donde permanecieron hasta el día de la bendición de la Basílica, el día 26 de Octubre de 1757, que fueron trasladados al camarín de la Basílica de San Juan de Dios donde se encuentran actualmente.

Su personalidad y su obra

  • Ser sensible, humano-cristiano y social.
  • Sale al encuentro de los necesitados y los acoge sin poner condiciones para su asistencia. Todo necesitado tiene derecho a ser atendido.
  • Desarrolla métodos de atención pioneros en su época. Atención integral de la persona necesitada, respetando su dignidad y defendiendo sus derechos.
  • Solicita recursos a toda la sociedad: “hermanos, haceos bien a vosotros mismos, ¿queda claro?”, era su grito y su lema.
  • Reúne a un grupo de personas que darán continuidad a su obra (los Hermanos de Juan de Dios).


Domingo III de Cuaresma
Ciclo C
LECTURAS
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Primera lectura
«Yo soy» me envía a vosotros
Lectura del libro del Éxodo 3, l-8a. 13-15

En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios.
El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo:
—«Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza.»
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
—«Moisés, Moisés.»
Respondió él:
—«Aquí estoy.»
Dijo Dios:
—«No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.»
Y añadió:
—«Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob.»
Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios. El Señor le dijo:
—«He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel.»
Moisés replicó a Dios:
—«Mira, yo iré a los israelitas y les diré:
“El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros.”
Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo?»
Dios dijo a Moisés:
—«“Soy el que soy”; esto dirás a los israelitas: “‘Yo-soy’ me envía .a vosotros”.»
Dios añadió:
—«Esto dirás a los israelitas: “Yahvé (Él-es), Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación .»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 11 (R/.: 8a)

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R/.

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R/.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles. R/.

Segunda lectura
La vida del pueblo con Moisés en el desierto fue escrita para
escarmiento nuestro

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 1-6. 10-12

No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.
Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lo hicieron aquéllos.
No protestéis, como protestaron algunos de ellos, y perecieron a manos del Exterminador.
Todo esto les sucedía como un ejemplo y fue escrito para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga.

Palabra de Dios.

Aleluya
Versículo antes del evangelio Mt 4, 17

Convertíos
—dice el Señor—,
porque está cerca el reino de los cielos.

Evangelio
Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9

En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó:
— «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pe¬receréis de la misma manera.»
Y les dijo esta parábola:
— «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
“Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?”
Pero el viñador contestó:
“Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas”.»

Palabra del Señor.



sábado, 23 de febrero de 2013

II DOMINGO DE CUARESMA



II DOMINGO DE CUARESMA


SAL  DE TU TIERRA



Sal de tu tierra dijo el Señor a Abraham, que dejara todo y le siguiera, Él puso su confianza en el Señor y fue capaz de decir sí, supo dejar a sus parientes, amigos,  y de esta manera atendió la voluntad del Señor y se puso a caminar hacia la tierra que el Señor le prometió.

Dios nos salva y nos da una vocación santa, es una llamada para poder trascender todo lo que hacemos y todo lo que vivimos, y desde luego no lo ha hecho por nuestros méritos ni por nuestras buenas obras, lo ha hecho por puro amor y en gratuidad.

Hoy el Señor se transfigura delante de nosotros, que es como decir que le reconocemos, y lo hacemos además como Señor, muchos le verán pero no le verán, muchos oirán su nombre pero no le reconocerán, el Señor se transforma y a su vez nos transforma a nosotros, Él cambia nuestras vidas.

Cuando el Señor se transfiguró ante los discípulos todos experimentaron lo bien que se estaba en esa presencia mística, como se alcanzaba un grado que superaba todo lo terreno, por eso decimos que estar con el Señor en este mundo, reconocerle, es lo más parecido a la vida eterna, la cual esperamos, añoramos y deseamos.

En esa presencia mística del Señor, se oyó una voz que decía; “Este es mi hijo amado, en quien me complazco, escuchadlo”.

Esas palabras, ese rostro de luz en el Señor, nos da confianza aunque nos dé temor, pongamos nuestra vida en manos del Padre y el transformará nuestras vidas, hará que su rostro brille como el sol y afirmemos el sí de Abraham y el sí de María, renovemos nuestra confianza y nuestro amor al Señor y acerquemos al misterio de la trascendencia.



Javier Abad Chismol.  Parroco



MISA DEL 23 DE FEBRERO DE 2013




sábado, 16 de febrero de 2013

I DOMINGO DE CUARESMA





I DOMINGO DE CUARESMA


NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN


COmenzamos el tiempo de la cuaresma, es el tiempo de la reflexión y de la revisión de vida, es tiempo de hacer un pequeño alto en el camino y escuchar la voz del Señor.

La mayor tentación del hombre es la que escuchamos en el libro del Génesis, es la tentación de la serpiente, del demonio, a Eva, a la humanidad entera, y no es otra que querer prescindir de Dios, anularle y querer suplirle, recordemos la frase de la serpiente; “Si comes del árbol serás como Dios”.

Hoy, nuestro mundo sigue queriendo eliminarlo, apartarlo, y es precisamente ahí donde el hombre cae en la mayor tentación y sucumbe presa de sus caprichos y de su nueva moral adaptada a los tiempos del momento.

Al anular a Dios desconocemos la profundidad del bien y el mal y entonces caemos cautivos del relativismo y de la subjetividad.

Si por un hombre entró el pecado en el mundo, así por un hombre, nos entro la salvación, Cristo es el nuevo Adán, el que nos lleva a las puertas de la salvación y orienta de nuevo nuestras vidas, y de esta manera manifestamos que Cristo murió por nuestros pecados y nos ha redimido con su sangre, del mismo modo que por un hombre pecamos todos, por un hombre nos salvamos.

El demonio tentó al Señor en cuanto hombre, porque se hizo uno de nosotros, sintió hambre y el demonio le dijo que convirtiera las piedras en pan, y Jesús le respondió; “No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Le pidió que manifestará su grandiosidad y le dijo; “No tentarás al Señor tú Dios”. Le ofreció la grandeza de todo el mundo y le dijo; “Adorarás al Señor tú Dios y sólo a Él darás culto”.

En definitiva, deja a Dios ser Dios, y con la gracia y el espíritu vencerás la tentación.



Javier Abad Chismol.  Parroco






misa del 16 de febrero de 2013
I semana de cuaresma

SANTO DE LA SEMANA
VIERNES 22 DE FEBRERO
LA CATEDRA DEL APÓSTOL SAN PEDRO

Simón Pedro

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San Pedro
Papa de la Iglesia católica
30/33 - 67
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Icono de san Pedro en el monte Sinaí, siglo VI.
Sucesor san Lino
Información personal
Nombre secular Shimón Bar Ioná
Títulos Apóstol, príncipe de los apóstoles,1 papa y mártir
Nacimiento fecha desconocida, en Betsaida (Galilea)
Fallecimiento c. 67, Vexilloid of the Roman Empire.svg Roma, por crucifixión
Santidad
Festividad
Venerado en Iglesia católica, Iglesia copta, Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana y las confesiones protestantes, siguiendo sus enseñanzas bíblicas.
Patronazgo sobre pescadores, constructores y reparadores de redes de pescar, cosechadores, panaderos, carniceros, zapateros, cerrajeros, relojeros, albañiles, constructores de puentes, constructores de barcos; protector contra la fiebre, el envejecimiento; patrón de la Iglesia Universal, de la Santa Sede y el Papado; de Roma
San Pedro (Betsaida, fines del siglo I a. C. - Roma, 29 de junio del 67), conocido también como Cefas o Simón Pedro; y cuyo nombre de nacimiento era Shimón bar Ioná, fue ―de acuerdo con el Nuevo Testamento― un pescador, conocido por ser uno de los doce apóstoles, discípulos de Jesús de Nazaret. La Iglesia católica romana lo identifica a través de la sucesión apostólica como el primer papa de la Iglesia, basándose, entre otros argumentos, en las palabras que le dirigió Jesús: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo» (Mateo 16:18-19).2 Otras iglesias católicas apostólicas, como los ortodoxos, no lo consideran de esta manera, pues estos entienden que Jesús no edificaría su iglesia sobre un hombre (Pedro) sino sobre la confesión de fe que Pedro hizo: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mateo 16:16), es decir que para los ortodoxos la Iglesia se edifica sobre Cristo Hijo de Dios y Pedro no es la cabeza de la Iglesia, sino un apóstol que pudo ver en ese momento por gracia del Espíritu Santo lo que Jesús sería según la creencia cristiana [cita requerida].


Domingo I de Cuaresma
Ciclo C
lecturas
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Primera lectura
Profesión de fe del pueblo escogido
Lectura del libro del Deuteronomio 26, 4-10

Dijo Moisés al pueblo:
— «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pon¬drá ante el altar del Señor, tu Dios.
Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios:
“Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas.
Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa.
Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud.
Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor es¬cuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia.
El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos.
Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel.
Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me has dado.”
Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Se¬ñor, tu Dios.»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 90, 1-2. 10-11. 12-13. 14-15 (R/.: 15b)

R. Está conmigo, Señor, en la tribulación.

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti.» R/.

No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos. R/.

Te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones. R/.

«Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré.» R/.

Segunda lectura
Profesión de fe del que cree en Jesucristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 10, 8-13

Hermanos:
La Escritura dice:
«La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón.»
Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos.
Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás.
Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación.
Dice la Escritura:
«Nadie que cree en él quedará defraudado.»
Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan.
Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.»

Palabra de Dios.

Aleluya
Versículo antes del evangelio Mt 4, 4b
(Véanse las aclamaciones substitutivas del Aleluya al final del Leccionario del ciclo C)

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Evangelio
El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán
y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras
era tentado por el diablo.
Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo:
— «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.»
Jesús le contestó:
—«Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”.»
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo:
—«Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.»
Jesús le contestó:
— «Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”.» Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
—«Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “En
cargará a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en
sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”.»
Jesús le contestó:
—«Está mandado: “No tentarás al Señor, tu Dios”.»
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

Palabra del Señor.