miércoles, 25 de julio de 2018

Domingo XVII del Tiempo Ordinario Ciclo B



COMERÁN Y SOBRARÁN



Un canto a la confianza en el Señor, a no fiarnos solo de nuestras fuerzas, a fiarse de Dios contra todo pronóstico, ¡Qué fácil es confiar en Dios cuando todo está en orden y tranquilidad! Pero todos sabemos que las cosas no siempre nos van bien, nos cuesta creer que en el Señor cuando lo que nos ocurre no nos gusta o no tenemos seguridad.

El Señor dice a Eliseo, que de comer cuando apenas hay, este duda pero al final confía, la duda, la confianza y la fe van unidas de la mano. ¿Cómo dar de comer a cien hombres con veinte panes? Obedecer lo ilógico es la verdadera fe, fiarse y confiar en el Señor.

La fe debe ir unida a las obras de fe y a la actitud caritativa cristiana de la que nos habla san Pablo en su carta a los Efesios, reafirmar y encontrar la vocación a la que hemos sido llamados todos, la vocación que es el amor y la caridad que se desprende de los buenos comportamientos que debemos ir buscando en nuestra vida; humildad, sencillez, perseverancia, confianza. Para ello tenemos que unirnos en la paz, para así sabernos perdonar, porque siempre habrá motivos para el rencor, el odio o la disputa, invocar al Espíritu Santo para que nos de la Paz verdadera, aquella que no brota muchas veces del corazón del hombre. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre, ese es el canto vivo a la unidad que nos lleva a ser verdaderamente cristianos de corazón.

Al Señor le seguían, unos por curiosidad, otros porque eran enfermos, otros porque veían algo especial, era una gran muchedumbre, y cuando les dio lastima, dijo; “dadles de comer”, de nuevo la misma incertidumbre ¿cómo?, había un muchacho con cinco panes y dos peces, hubo para todos y además sobró, es el milagro de la fe que multiplica y que se reparte. Invoquemos a la confianza, a la fe y al poder de Dios.

Javier Abad Chismol

           

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