sábado, 1 de octubre de 2016

SEMANA XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO C-2016


¿HASTA CUANDO, SEÑOR?


Esa es la pregunta que nos hacemos cuando nos damos cuenta de que el mal está por todas partes, como si lo dominara todo y fuera a ser el vencedor. ¿Hay más mal que bien? Seguramente no, pero sí que es cierto que hace mucho más ruido y llama mucho más la atención, tenemos tendencia a ignorar la obra buena y ensalzar la mala.
Cuando ponemos las noticias, nos invaden con noticias destructivas; violencia, guerra, agresiones, corrupción, crisis, etc. ¿Por qué el bien no es atractivo? El mal tiene una fuerza especial que nos atrae, que nos seduce, nos incita y llega incluso a deformar nuestra conciencia con el relativismo.

La fe se vive en tiempos difíciles, el profeta Habacuc experimenta al igual que nos ocurre a todos nosotros, que a pesar de las desgracias, los enfrentamientos, pruebas y luchas que el justo vivirá por la fe, una utopía para tiempos difíciles que solo se pueden interpretar desde la fe y la confianza en la voluntad de Dios.

Seamos valientes en dar testimonio por la fe, que el mal no nos desmoralice y nos haga desfallecer, el Espíritu del Señor nos da la fortaleza, el amor y constancia para seguir.
Para eso necesitamos que el Señor nos aumente la fe, para que cuando llegue la prueba y la dificultad podamos seguir el camino que el Señor nos pone en nuestra vida. Solo a la luz de la fe y con la fuerza del Espíritu Santo podremos entender la pregunta inicial, ¿Hasta cuándo?

Entenderemos los tiempos de Dios, su temporalidad, y sobre todo cual es la misión que el Señor nos ha encomendado, que cuando estemos ante la presencia del Padre podamos afirmar con honestidad; “Somos siervos inútiles: hemos hecho lo que teníamos que hacer”.

Javier Abad Chismol

Párroco

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