jueves, 26 de marzo de 2020

Anunciación del Señor, el Sí de María


NO TEMAS MARÍA, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO

25 de marzo de 2020


Nuestra existencia la determina el Señor y es Él quien marca los tiempos de la humanidad y de la Historia de la Salvación y todo esto nos ocurre sin que sepamos muy bien cómo, así escuchamos en el profeta Isaías como el Señor ofrece una señal al hombre para que crea él, ¿debe el hombre pedir señales a Dios? No creo que esto sea malo siempre que no sea para afirmar y confirmar mi fe, esa señal es sobre todo para que nos marque el camino a seguir y esto sí que es positivo, porque sabemos que Dios Padre no nos deja de la mano, hay un proyecto de Dios para nosotros y se implica en nuestra vida, en nuestra historia, el Señor siempre se ha anunciado a la humanidad y revelado su proyecto salvífico.

Así nos anuncia el profeta: “He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.” Que significa Dios con nosotros, y la incredulidad del hombre y su maldad no podrán frenar ese proyecto de salvación.

El Señor no quiere tantos holocaustos, sacrificios, lo que quiere es que se cumpla su voluntad y que Dios no sea apartado de la vida de los hombres, porque hacer esto sería llevar a la humanidad al abismo, porque caminaría de la mano del mal y haría que los poderosos se alzaran y destruyeran al débil.

Celebramos hoy la Anunciación, la intervención de lleno de Dios en la historia de la Salvación por medio del ángel anunciador, de Gabriel, y fue tal como decía el profeta Isaías a una virgen desposada con un hombre llamado José, su nombre era María.

Las palabras del ángel: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.», «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»

María queda desbordada ante las palabras del ángel, se siente pequeña ante el Anuncio, María acepto en su pequeñez y en su sencillez, sin entender y comprender acepto la voluntad de Dios, ojala nosotros también podamos abrazarnos a la voluntad de Dios para nuestra vidas, aunque no entendamos, aunque nos llene de temor o sufrimiento, hoy pedimos la intercesión del a Virgen María para que nos ayude a todos nosotros, hoy que queremos hacer nuestras las palabras de María.

Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.

Javier Abad Chismol

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