NO TEMAS MARÍA, EL
SEÑOR ESTÁ CONTIGO
25 de marzo de 2020
Nuestra existencia la determina el Señor y es Él quien marca
los tiempos de la humanidad y de la Historia de la Salvación y todo esto nos
ocurre sin que sepamos muy bien cómo, así escuchamos en el profeta Isaías como
el Señor ofrece una señal al hombre para que crea él, ¿debe el hombre pedir
señales a Dios? No creo que esto sea malo siempre que no sea para afirmar y confirmar
mi fe, esa señal es sobre todo para que nos marque el camino a seguir y esto sí
que es positivo, porque sabemos que Dios Padre no nos deja de la mano, hay un
proyecto de Dios para nosotros y se implica en nuestra vida, en nuestra
historia, el Señor siempre se ha anunciado a la humanidad y revelado su
proyecto salvífico.
Así nos anuncia el profeta: “He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le
pondrá por nombre Emmanuel.” Que significa Dios con nosotros, y la
incredulidad del hombre y su maldad no podrán frenar ese proyecto de salvación.
El Señor no quiere tantos holocaustos, sacrificios, lo que
quiere es que se cumpla su voluntad y que Dios no sea apartado de la vida de
los hombres, porque hacer esto sería llevar a la humanidad al abismo, porque
caminaría de la mano del mal y haría que los poderosos se alzaran y destruyeran
al débil.
Celebramos hoy la Anunciación, la intervención de lleno de
Dios en la historia de la Salvación por medio del ángel anunciador, de Gabriel,
y fue tal como decía el profeta Isaías a una virgen desposada con un hombre
llamado José, su nombre era María.
Las palabras del ángel: «Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo.», «No temas, María, porque has hallado
gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a
quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del
Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la
casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»
María queda desbordada ante las palabras del ángel, se siente
pequeña ante el Anuncio, María acepto en su pequeñez y en su sencillez, sin
entender y comprender acepto la voluntad de Dios, ojala nosotros también
podamos abrazarnos a la voluntad de Dios para nuestra vidas, aunque no
entendamos, aunque nos llene de temor o sufrimiento, hoy pedimos la intercesión
del a Virgen María para que nos ayude a todos nosotros, hoy que queremos hacer
nuestras las palabras de María.
Dijo María: «He aquí la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se
fue.
Javier Abad Chismol
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