OS DEJO LA PAZ
El “Envió” es la
misión fundamental de los apóstoles, seguidores de Jesús dispuestos a dar
testimonio de Cristo, la Iglesia primitiva tenía que organizarse para que el mensaje
de la Buena Noticia llegara a todos los lugares, la Iglesia hoy perpetua esa
acción de dar a conocer el Evangelio, dando razones para nuestra vida, dando
sentido al ser y existir del hombre.
En la Escritura, en el libro de los Hechos de los Apóstoles
escuchamos la implicación en la Iglesia del Espíritu Santo, es decir, que las
decisiones de la Iglesia en cuanto él envió no es solo cosa de los hombres de
la Iglesia, está implicada la voluntad de Dios, no podemos nunca olvidar que la Iglesia es de Cristo aunque formada por
hombres. Es el Espíritu Santo y la Gracia quien la sostiene, si fuera solo por
los hombres esta hubiera sucumbido, recordemos; “Iglesia Santa de los pecadores”,
necesitados de la gracia y del perdón de Dios.
Jesús nos dice a todos nosotros como se plasma el amor
verdadero, el que viene de lo alto, del espíritu, nos dice: “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi
Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.”
El que no ama al Señor no guarda mis palabras. Y la palabra
que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. La escucha es
fundamental, para saber que viene de Dios y que viene de los hombres.
El Señor ya nos avisa que no nos deja solos, que nos envía el
Paráclito, que nos enseñará todo, nos marcará el camino.
Nos da la paz, la paz que el mundo no entiende, la paz que
lucha por la justicia, por la igualdad, por la dignidad, una paz en acción que
nos debe llevar a manifestar el amor de Dios a todos los hombres, en donde
nadie queda excluido, recibamos la paz y el Espíritu y seamos portados para
toda la humanidad.
Javier Abad Chismol