jueves, 26 de octubre de 2017

TODOS LOS SANTOS



“SANTOS ANÓNIMOS”



Aparecía a lo lejos una muchedumbre, enorme, los que vienen de la gran tribulación, los que han lavado y blanqueado sus túnicas con la sangre del Cordero. Es el sueño de Juan en el libro del Apocalipsis, del gran libro de la Revelación y del final de los tiempos, nos encontramos ante la salvación universal de la humanidad, todos los que han vivido y sufrido en este valle de lágrimas, los que han sufrido la persecución, todos ellos salen purificados y salvados.
Es el sello del Dios vivo, es la multitud de todo en nuevo Pueblo de Dios de la Jerusalén terrestre que pasa a la Jerusalén celeste. Todos estamos llamados a esa plenitud, es decir, estamos llamados a ser santos, a semejarnos más al Señor, a quedar purificados de nuestros pecados, de nuestras idolatrías, de lo que nos aleja del amor de Dios, hemos sido bautizados y redimidos por la sangre del Cordero, nuestros pecados no pueden ser eliminados por nosotros mismos, estos quedan purificados y blanqueados por puro amor, por pura caridad.
Descubrimos la llamada a ser santos en las Bienaventuranzas, en la pureza de corazón, en el camino marcado y anunciado en el Evangelio para que podamos alcanzar ese grado de perfección, él está con los que lloran, con los que sufren, con los atribulados. Tenemos que tener hambre de justicia, de solidaridad de caridad, hambre por cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas, de llegar a la máxima plenitud.
Eso es lo que recordamos en todos los santos, hombres y mujeres desconocidos para el mundo pero no ante los ojos de Dios, personas cumplidoras de la voluntad salvífica, es el día de los santos, de los hombres que eran como nosotros, pecadores, débiles y frágiles corporalmente, son los santos anónimos que hoy interceden por nosotros y que les recordamos con cariño y que les pedimos que nos ayuden a ser santos.


Javier Abad Chismol

martes, 24 de octubre de 2017

NO A HALLOWEEN


De 'Holywins' en lugar de 'Halloween'



No tenemos ninguna duda de que cada vez más nuestra sociedad se encuentra en un proceso de secularización, y de alguna manera se quieren mantener estructuras de origen cristiano pero completamente paganizado.

La noche llamada de Halloween coincide con las noche de todos los Santos, una celebración que a su vez se confunde con la del día siguiente que es Fieles difuntos, la Celebración de todos los Santos es una fiesta de alegría por todos aquellos hombres y mujeres que han seguido a Cristo, es la llamada plena a la santidad, no se recuerda a todos los seres queridos, porque los habrá que han sido santos y los habrá que no, esa celebración es la del 2 de noviembre que es fieles difuntos, y ahí pedimos por todos nuestros seres queridos, pedimos por ellos, y lo hacemos con gestos como acudir a los cementerios a poner flores, rezar, ofreces misas, que se suele hacer el día 1 de Todos los Santos porque es festivo.

Lo que si vemos claro es que cada vez la fiesta de Halloween va cogiendo más fuerza y que los niños  cristianos se ven absorbidos por este ambiente que es totalmente contrario a la esperanza de la resurrección. Por ello de alguna manera hay que educar a los niños en el significado verdadero y esto hay que hacerlo desde la catequesis de todas las edades, en los movimientos católicos, en los colegios, en los jóvenes y en las familias.

Que los niños puedan ir disfrazados de santos, de hombres y mujeres que son ejemplo para todos nosotros, y no psicópatas, asesinos, vampiros o otros tipos de personajes que ofrecen lo peor del ser humano. El bien frente al mal, el ejemplo frente a lo contrario, la alegría frente al miedo.

Esperanza, resurrección y realzar lo mejor del ser humano.



Javier Abad Chismol

martes, 17 de octubre de 2017

Domingo XXIX del Tiempo Ordinario Ciclo A

TE LLAMÉ POR TU NOMBRE


La búsqueda de la voluntad de Dios, el encuentro con el Señor, su intervención en la historia de la humanidad para que se pueda alcanzar la verdad es lo que se repite a lo largo de la historia de la salvación. Dios ama al hombre, y no quiere que ande extraviado, quiere sacarnos de la esclavitud del pecado, de la codicia, de la autosuficiencia para que encontremos el lugar que nos corresponde a cada uno, y por ello debemos descubrir su voluntad en nosotros.

El Señor es que es, y no hay otro fuera de él, unos porque lo disfrazan, otros porque lo manipulan, otros por que fabrican nuevos dioses o ídolos, que marcan el comportamiento y la actitud humana. En una sociedad como la nuestra, parece que no se quiere ningún dios, y menos que pueda ir en contra de los poderes mundanos y corruptos.

Esforcémonos por la actividad de la fe, el esfuerzo que da el amor, la voluntad de Dios, el aguante y la perseverancia en Jesucristo, nuestro Señor, la fuerza del Espíritu Santo, y la convicción de que no nos deja nunca de la mano. De esta manera la obra de Dios, a través de los hombres y por la gracia se puede ser lumbrera para el mundo, mostrando así una razón para vivir.

En el Evangelio escuchamos una trampa que los judíos hacen a Jesús, como los buenos, los religiosos, los devotos, como quieren pillarle, un texto que muchas veces puede tener ciertas interpretaciones confusos, le preguntaron si era lícito pagar el tributo, los impuestos al Cesar. Jesús que se percató de la maldad de los interlocutores, cogiendo una moneda y viendo la cara del Cesar en ella, les dijo dar al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios.

Una respuesta que deja desconcertado a “los tramposos”, no contesta los que quieren oír, y con ello le da valor fundamental a la voluntad de Dios, y el cumplimiento del mandamiento de la ley de Dios, “amar a Dios sobre todas las cosas”, y no vale, querer estar con Dios por un lado, y aliarse con el mundo por interés, como dice el dicho, “poner una vela a Dios y otra al diablo”, al igual que la tibieza.

En definitiva obedecer antes a Dios que a los hombres, y no dejarse arrastrar por los poderes de este mundo, porque eso llevaría a la doblez y a la incoherencia, de ser religioso, pero a su vez secularizado en la actitud y el comportamiento.

Javier Abad Chismol

                

martes, 10 de octubre de 2017

UNIDAD DE ESPAÑA

¡Inmenso e intenso dolor! 
Somos muchos los que sentimos como una daga, de dolor intenso, clavada en lo más profundo de nuestras entrañas, por cuanto ha sido y sucedido este primero de octubre, en España, y dentro de ella, en la querida Cataluña. Lamento cuanto ha acontecido para dolor y vergüenza de todos. Me preocupa muchísimo esto, creo que a la gran mayoría de españoles y catalanes nos preocupa y nos duele porque amamos y queremos a España, porque amamos y queremos a Cataluña; porque deseamos lo mejor para ambas inseparablemente, lo mejor que no puede ser la una sin la otra: las amamos y queremos con verdad e intensidad, en justicia, porque creemos que Cataluña no es sin España, ni España es sin Cataluña, desde que se constituye la unidad de España, la que, hoy, es y que, históricamente, ha asumido formas diversas, porque la unidad y la pluralidad son posibles y compatibles: así lo confirma la realidad de siglos. Día 2 de octubre, incluso el primero de octubre entrado el día, deberíamos empezar a reflexionar, y mucho, con desapasionamiento y razón, y sacar conclusiones, y enderezar caminos.

Ha sido muy grave lo acontecido: un acto de sedición, un fraude, una traición, un golpe contra el estado de derecho, una vulneración de la normalidad constitucional de la Nación y convivencia en libertad de todos los españoles, un acto que rompe, origina heridas y confrontación entre las familias, entre los amigos y vecinos; o una serie de actos reprobables, contrarios a la verdad, Urge superar, en la medida que corresponda a cada uno, el desencanto, la tristeza y el mal causado, que es grande.

No hablo como político ni querría, en modo alguno, pisar el terreno que no me corresponde. Hablo como un ciudadano al que le importa muy mucho lo que sucede, que tiene, comparte y ofrece una convicciones, asentadas sobre unos principios que han dado lugar y han fundamentado, innegablemente, lo que es este proyecto común que somos, integrador de gentes y pueblos, en una empresa común y enriquecedora, que llamamos España. Las convicciones y principios a los que me refiero, son principios de razón y, por eso también, cristianos, emanados del Evangelio, que apela y convoca no a la fragmentación y a la división, sino a la unidad y a la integración, que no es confundible con la absorción ni con la eliminación de la singularidad o singularidades legítimas, ni es imposición de nadie sobre nadie, ni tampoco búsqueda de un interés particular sobre el interés de todos, sino aceptación del bien común, del mejor bien para todos que es el bien común que afecta al conjunto, ese conjunto que somos como realidad y empresa común: España que no es sin Cataluña, y Cataluña que es España y no es sin ella.

Cuando era niño, oía a mi buen y querido padre, cuyo primer destino como telegrafista fue el puesto de Lés, en el Valle de Arán, hablar con verdadera admiración y fruición de Cataluña y de sus gentes, y así lo sentía yo, al menos; de esto me he sentido y me siento orgulloso, porque me siento orgulloso de todo lo bueno que constituye la riqueza y la grandeza de España, su singular e inapreciable bondad y belleza, y ahí está Cataluña y las otras nacionalidades de la Península ibérica. Pero conforme he ido creciendo y madurando en la vida, hasta el día de hoy, esto ha ido consolidándose en mi manera de ser y de ver las cosas. Hoy, lo confieso sin ningún reparo y sin ningún alarde, esto forma carne de mi carne: llevo muy dentro Cataluña, porque llevo muy dentro España. Pero no escribo esto para hablar de mí que tan poco importa a nadie, sino para mostrar que, cuando otras veces he reconocido la unidad de España como un bien moral, porque lo es y negarlo es ir contra la verdad y contra Cataluña y la diversidad de pueblos, regiones, comunidades, e inhibirse del bien común para exaltar el bien particular en detrimento de los otros-, cuando he reconocido públicamente este bien moral digo, estoy peleando a favor de Cataluña y del conjunto unido de pueblos y comunidades autónomas que somos. La vertebración es un bien para el organismo viva, el cuerpo vivo que formamos; la desvertebración, por el contrario, es algo que daña, hiere y perjudica a ese cuerpo, lo priva, en cuanto tal cuerpo, de vitalidad e incluso puede llegar a hacerle perecer.

Por fidelidad a la verdad, y, por ello, para no traicionar el bien común que incluye el bien de las personas y su verdad, siento no poder justificar un pretendido derecho a decidir que no tiene en cuenta el bien común, precisamente porque desvertebra y debilita e conjunto que entraña el bien común y hace del sujeto que decide -sea individuo o colectividad- la fuente y base de comportamiento. Con sencillez y reconocimiento leal, agradezco a nuestra Conferencia Episcopal su magisterio lúcido, libre, objetivo, imparcial, verdadero, y desapasionado, que a lo largo de los años ha expresado con fidelidad el pensamiento social cristiano del magisterio de la Iglesia, que tiene que ver tanto con el tema que ahora nos preocupa a todos, y cito dos textos suyos: el primero de 28 de febrero de 1981, tras la intentona golpista del 23F, a la que preferimos olvidar, y el otro en la Instrucción Pastoral sobre el terrorismo de 22 de noviembre del año 2002, que ofrece tan hondas y acertadas reflexiones; uno y otro texto escritos en ocasiones difíciles para nuestra convivencia democrática y pacífica: "Es de todo punto necesario recuperar la conciencia ciudadana y la confianza en las instituciones, todo ello en el respeto de los cauces y principios que el pueblo ha sancionado en la Constitución". "España es fruto de uno de esos complejos procesos históricos. Poner en peligro la convivencia de los españoles, negando unilateralmente la soberanía de España, sin valorar las consecuencias que esta acción podría acarrear, no sería prudente ni moralmente aceptable. La Constitución es hoy el marco jurídico ineludible de referencia para la convivencia. La Constitución española de 1978 no es perfecta, como toda obra humana, pero la vemos como el fruto maduro de una voluntad sincera de entendimiento y como instrumento y primicia de un futuro de convivencia armónica entre todos. Se trata, por tanto de una norma modificable, pero todo proceso de cambio debe hacerse según lo previsto en el ordenamiento jurídico. Pretender unilateralmente alterar este ordenamiento jurídico en función de una determinada voluntad de poder, local o de cualquier otro tipo, es inadmisible. Es necesario respetar y usar el bien común de una sociedad pluricentenaria". Necesitamos recuperar aquel espíritu de los años 70, los de la transición, en los que lo que importaba era España, la reconciliación, la armonía entre todos tras tiempos traumáticos a los que nunca debemos volver.

Lo suscrito y escrito por los Obispos, en ambas ocasiones, es plenamente válido hoy. Es necesario pedir perdón, perdonar, y todos juntos restañar las heridas ocasionadas, desandar los pasos mal dados y enfocar un nuevo futuro. Estos criterios de los Obispos son y siguen siendo válidos al día siguiente del pasado primero de octubre, que ya es pasado, pero no olvidado, y es necesario recomponer, rectificar, y reconstruir, mirar al futuro y caminar hacia él todos juntos, unidos, con eficacia y esperanza. 

Antonio Cañizares Llovera 
Cardenal Arzobispo de Valencia

domingo, 1 de octubre de 2017

Fiesta de los Ángeles Custodios

Fiesta de los Ángeles Custodios

2 de Octubre


Celebrar a los ángeles es celebrar la fuerza de Dios en nuestras vidas, en nuestra existencia, en  la Biblia la palabra Ángel significa "Mensajero", un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos. Son los buenos mensajeros de Dios y también los protectores frente a la corrupción y el pecado.
En el siglo II el gran sabio Orígenes señalaba que "los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja".
En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su ángel" (Hechos 12, 15).
En el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así: "Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custódiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor.
Es el patrón de la Policía se ensalza la figura de los policías en lo que significa la defensa de los ciudadanos
Según la Iglesia Católica cada hombre tiene un ángel que le cuida, le protege, le ayuda, le guía. Nunca le deja sólo y siempre está con él en los momentos difíciles de su vida, nunca caerá en su olvido.
La primera constancia que tenemos de los ángeles custodios es cuando cada niño tiene un ángel de la guardia que le ayuda y protege. El ángel custodio sigue siendo esa misma figura presente en los adultos.
Hoy también se celebra el patrón de la Policía. Se trata de un símil en el que la policía se convierte en el ángel custodio de cada uno de los ciudadanos, que nos cuidan, protegen, aseguran, etc. Por ello es un día en el que se conmemora el trabajo realizado por la Policía en todas las ciudades españolas.
Se trata de un día cargado de actos institucionales. Para empezar la celebración los policías, junto con los representantes del gobierno correspondientes en cada ciudad o municipio acuden a una misa solemne en la que se recuerda a los Policías fallecidos en actos de servicio, por enfermedad, etc. y se realizan peticiones por todos aquellos Policías en estado crítico, grave...
Tras la misa, se llevan a cabo diversos actos institucionales en los que se ensalza la dedicación de muchos de los Policías que por alguna hazaña o resolución especial se les entregan una distinción por la buena realización de su trabajo. Con ello se premia la lealtad y los actos distinguidos a aquellos que así lo llevaron a cabo.
En estos actos se pone de relieve y de manifiesto la gran labor ejercida por toda la Policía Nacional y Local que conjuntamente realizan en beneficio de todos los ciudadanos. También son explicados los procedimientos que se están llevando a cabo para la defensa y seguridad de la población, así como las reformas necesarias que deberían de llevarse a cabo.
Después de la distinción y entrega de méritos se realiza una comida en la que compañeros de profesión o ex compañeros que un día fueron bien por jubilación o por otros motivos ya no lo son se reúnen para compartir un día especial.
Y en el año 1608 el Sumo Pontífice extendió a toda la Iglesia universal la fiesta de los Ángeles Custodios y la colocó el día 2 de octubre.
Celebrar a los ángeles es celebrar la fuerza de Dios en nuestras vidas, en nuestra existencia, en  la Biblia la palabra Ángel significa "Mensajero", un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos. Son los buenos mensajeros de Dios y también los protectores frente a la corrupción y el pecado.
En el siglo II el gran sabio Orígenes señalaba que "los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja".
En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su ángel" (Hechos 12, 15).
En el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así: "Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custódiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor.
Es el patrón de la Policía se ensalza la figura de los policías en lo que significa la defensa de los ciudadanos
Según la Iglesia Católica cada hombre tiene un ángel que le cuida, le protege, le ayuda, le guía. Nunca le deja sólo y siempre está con él en los momentos difíciles de su vida, nunca caerá en su olvido.
La primera constancia que tenemos de los ángeles custodios es cuando cada niño tiene un ángel de la guardia que le ayuda y protege. El ángel custodio sigue siendo esa misma figura presente en los adultos.
Hoy también se celebra el patrón de la Policía. Se trata de un símil en el que la policía se convierte en el ángel custodio de cada uno de los ciudadanos, que nos cuidan, protegen, aseguran, etc. Por ello es un día en el que se conmemora el trabajo realizado por la Policía en todas las ciudades españolas.
Se trata de un día cargado de actos institucionales. Para empezar la celebración los policías, junto con los representantes del gobierno correspondientes en cada ciudad o municipio acuden a una misa solemne en la que se recuerda a los Policías fallecidos en actos de servicio, por enfermedad, etc. y se realizan peticiones por todos aquellos Policías en estado crítico, grave...
Tras la misa, se llevan a cabo diversos actos institucionales en los que se ensalza la dedicación de muchos de los Policías que por alguna hazaña o resolución especial se les entregan una distinción por la buena realización de su trabajo. Con ello se premia la lealtad y los actos distinguidos a aquellos que así lo llevaron a cabo.
En estos actos se pone de relieve y de manifiesto la gran labor ejercida por toda la Policía Nacional y Local que conjuntamente realizan en beneficio de todos los ciudadanos. También son explicados los procedimientos que se están llevando a cabo para la defensa y seguridad de la población, así como las reformas necesarias que deberían de llevarse a cabo.
Después de la distinción y entrega de méritos se realiza una comida en la que compañeros de profesión o ex compañeros que un día fueron bien por jubilación o por otros motivos ya no lo son se reúnen para compartir un día especial.



HOMILÍA, SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN DE LA CABEZA 2017

DEVOCIÓN AL SANTÍSIMO Y A MARÍA



Contemplar a María, es contemplar a la Madre de toda la humanidad[, a nuestra madre, ella por puro amor nos abre la puerta de la salvación por ser la Madre de Dios[.
En esta reflexión contemplamos la grandiosidad de Dios y un amor profundo a todo el género humano.
La devoción mariana nos viene de la mano de San Juan de Ribera, que en momentos de escepticismo de su época, momentos de la búsqueda de otras inquietudes religiosas, supo decir sí a María. Se negaba en aquel entonces la maternidad de María como Madre de Dios, sus diversas imágenes de culto popular provocaban confusión, pareciendo que hubiera diferentes formas de ver a María, y para evitar ese error se querían eliminar y que no se les diera culto.
Por este motivo San Juan de Ribera quiso que su querida diócesis de Valencia fomentara la devoción mariana. Precisamente esto fue lo que le llevo con los años a que entregar una réplica de la imagen de la Virgen de la Cabeza desde Andújar, porque le tenía una gran devoción, la entregó al pueblo de Burjassot, para que se venerara a la Madre de Dios. Dicha imagen se custodia en la ermita de san Roque y la Virgen de la Cabeza.
Esa imagen se encuentra situada en el centro de Burjassot, como si fuera un signo evidente de que María debe estar en el centro de nuestras vidas y así ella nos lleva al Hijo.
María tiene sentido en cuanto creyente porque nos lleva a la fe, porque nos lleva al encuentro pleno con la verdad. Estar cerca de María es acercarse en Espíritu y en verdad[3], a aquello que da sentido a nuestra existencia, que coloca en el lugar que le corresponde al hombre.
Por eso decimos que María es el antídoto, la curación, la vacuna, contra el pecado, contra las fuerzas del mal; Ella es capaz de aplastar la cabeza de la serpiente; con María el demonio es vencido, porque Ella puede quitarle la careta con la que se encubre de atractivo y belleza terrena, y con la que lleva al hombre a su perdición por la seducción del mal y el pecado.
María es la nueva Eva, es la obediente, dócil y humilde, ante la soberbia, la autocomplacencia de la desobediencia de Eva por ambición de querer sobrepasar a Dios.
Eva quiso superar a Dios en cambio María se declaro la esclava del señor. También nosotros en nuestra libertad podemos elegir ir con Eva o con María, ¿Quién triunfará en nuestra vida?
Nunca olvidemos que el mal es atractivo, fácil, y el bien es esfuerzo, sacrificio, es entrar por la puerta estrecha. Oremos al Padre para acertar el camino correcto[7], esa es la clave que tenemos que ejercitar para descubrir las intenciones del maligno, para ese mal disfrazado que se nos ofrece atractivo al igual que hizo la serpiente con Eva. María vence al Mundo, pero está en el mundo, caminemos con Ella y venceremos al poder de las tinieblas.
Para San Juan de Ribera había dos fuentes fundamentales en la vida del creyente, una de ellas era el Santísimo Sacramento del Altar y la otra era la devoción Mariana. Dos pilares fundamentales para alimentar nuestra fe cada día.
San Juan nos revela donde tenemos que reposar nuestra vida, donde tenemos que poner nuestros anhelos, para que de este modo tengamos una vida plena y santa ante los ojos de Dios.
El Santísimo Sacramento es la forma evidente en la que el Señor se hace presente y se manifiesta que vino al mundo para quedarse, para que pudiéramos contemplarle y adorarle; y cada vez que recibimos la comunión, el mismo Señor se hace presente y pasa a formar parte de nosotros mismos, convirtiéndose en alimento para la vida eterna, para entrar por la puerta de salvación que nos abre nuestra Madre del Cielo.
El modelo de vida y de santidad que se nos propone a los creyentes debe ir de la mano de María, como aquel niño pequeño que agarra fuertemente la mano de su madre porque de esta manera se siente seguro y protegido. Así tenemos que ir en la vida, cogidos fuertemente de la mano de María que nos lleva a Jesucristo y este a su vez a la verdad plena.
La verdad es la manifestación de que el Señor es el Creador de todo, que se hace presente y nos muestra el camino, que se basa en la construcción de nuestra propia felicidad.
María nos debe llevar a la sensatez y a la verdadera sabiduría, no olvidemos nunca que la sabiduría es saborear la verdad. La sensatez es escoger siempre la parte que agrada a Dios, la parte que nos lleva a la plenitud, ¿Cómo saber si obedecemos a la verdad o a mi propia autocomplacencia? Es relativamente fácil, si con el paso del tiempo cada vez somos más dóciles al Señor, si le amamos más día a día y a su vez esto se plasma en las acciones hacia mis hermanos, es que estamos por buen camino.
Podemos creer saber de Dios, de religión, de tradiciones, de devociones, pero si no hay encuentro personal no puede haber conversión. Se puede saber mucho, pero no haber experimentado para nada y por lo tanto no poder transmitir aquello que no se ha vivido como una experiencia personal de encuentro con Dios. Se pueden fabricar ídolos, o amuletos, con formas de santos o imágenes, incluso de la madre de Dios, sin encuentro no ha y nada, es mito, es idolatría de culto vacio.
Experimentar en nuestra vida la fe, es lo que tenemos que hacer y vivir ante el Santísimo, ¿Cómo alabar al Santísimo Sacramento sino tengo caridad ni sensibilidad? No puede ser un culto vacío tradicional, debe ser algo mucho más grande y lo mismo ocurre ante la devoción a María.
Tenemos que querer caminar junto a María y eso es experimentar sus virtudes y cualidades. Al igual que nos pasa con las personas, cuanto más cerca estamos de alguien más nos parecemos o se nos pegan actitudes y pensamientos, de la misma manera estando con María todo el tiempo posible, experimentaremos esa transformación en nuestra vida y nuestro corazón, nuestra fe se plasma no en el número de rezos, ni el culto, sino en que bebemos de la humildad de María que nos transforma.
Que María sea nuestra madre y maestra, nuestra guía en la vida que en ocasiones es un valle de lágrimas, que aprendamos como ella a guardar todo en el corazón[13], aunque no comprendamos, ni entendamos nada, eso es precisamente la fe, y ella es modelo de fe, porque creyó, aun sin comprender y acepto el mandato divino afirmando un Si a la invitación del Padre para ser la puerta de la salvación.
¡Cómo nos cuesta a todos aceptar los acontecimientos negativos de nuestra vida! Nos revelamos, nos enfadamos incluso con Dios y con María también cuando nos parece que no es justo o que no se nos quiere, o que no se escuchan nuestras plegarias. Debemos seguir adelante en todo momento esa es la fuerza de María.
Alimentados con el pan del cielo y caminando de la mano de María, es cuando podemos estar preparados para ser testigos valientes del Evangelio, capaces de afrontar cualquier circunstancia, porque tenemos marcada la ruta y sabemos hacia dónde vamos y que en ese camino de la vida no estamos solos, que la gracia del Espíritu santo habita en nosotros, y ahora tenemos que transmitir sin temor la verdadera opción por la verdad y por la Buena Noticia del Evangelio.
El mensaje no es para guardarlo, es para darlo, es para anunciarla y gritarla en las plazas y azoteas y que no debe ser callada por el temor a la persecución, porque la valentía es seguir como María hasta el final, hasta el pie de la cruz.
Nuestro mundo no nos enseña a sufrir, ni a afrontar con entereza las situaciones de dolor, por este motivo tenemos que caminar con María, para que cuando lleguen, que llegarán, los momentos del Calvario y del Gólgota podamos seguir adelante y no desfallecer,
Se nos quiere vender un mundo sin dolor, un mundo maquillado que contrasta con la realidad que nos encontramos: guerras, violencia, mentiras, odio, fanatismo, terrorismo, ideologías impuestas.
Necesitamos volver a Dios, nuestro mundo necesita a Dios, nosotros mismos que nos consideramos creyentes, tenemos que purificar nuestra fe, volver, retornar a Dios.
Nos vamos apartando del Señor, por todos los ruidos de este mundo y nos hacen incluso perder el rumbo y dudar de Él. El demonio maquilla todo de bien y nos hace caer en el relativismo moral, para que perdamos la capacidad de discernimiento  de lo que está bien o está mal, de lo bueno y lo malo, y así de esta manera pervertir nuestra conciencia, al igual que le ocurrió a Adán y Eva en el ofrecimiento del demonio.
Veneremos a nuestra Madre María y al Santísimo Sacramento.
Javier Abad Chismol