Se bienvenido al Blog de la Parroquia de San Miguel Arcángel de Burjassot. Estás ante una plataforma de información parroquial, donde están los diferentes grupos de la misma.
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Isaías nos enseña cual es el camino que nos conduce al Señor,
que nos lleva al encuentro gozoso con un Dios que es Padre y que es amor. Él
reunirá a todos los pueblos de la tierra, nos llevará a la paz, a la verdadera
paz que nos conduce a la libertad auténtica, aquella que hace que el ser humano
y la humanidad entera rompa sus cadenas.
Hoy vamos alegres a la casa del Señor, hoy vemos como la luz
de la venida del Señor empieza a alumbrar los corazones, las casas, los
pueblos, hoy comenzamos la preparación de la Navidad y por eso estamos alegres.
Despertemos del sueño, de nuestra ausencia de esperanza,
porque llegan días de gloria y de liberación. Despojémonos de las obras de las
tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.
Hoy se nos llama a la dignidad del que vive a pleno día, que
no tiene una vida oculta llena de pecado y oscuridad, hoy abrimos nuestros
corazones para que la luz del Señor ilumine nuestras vidas y sirva de esperanza
a la humanidad entera, nada de pecado y perversión, seamos coherentes con el
regalo que el Señor nos ha dado que es la fe que se transforma en obras.
Por la maldad creciente
se enfriará el amor de la mayoría, no consintamos que el pecado, la corrupción, la doble moral,
nos aleje del amor de Dios, portémonos con la dignidad que corresponde a la
llamada de ser seguidores de Jesucristo.
No se trata de una amenaza, es un toque de atención por parte
del Señor, como Padre bueno que quiere lo mejor para sus hijos, que quiere que
todos se salven y entren por la puerta de salvación. El descuido, el abandono,
la dejadez, nos podría llevar a nuestra destrucción, por eso despertad del sueño
y levantad la cabeza.
1- El misterio de la
espera y venida de Dios en el corazón del hombre actual.
La tensión de la espera y la no-espera, no se sabe esperar,
hay impaciencia, se busca la inmediatez, quiere respuestas rápidas.
No sabe esperar, por eso le cuesta tener esperanza, busca
respuesta en:
- La ciencia.
- La medicina.
- Las leyes.
- Los astros.
Todo, menos Dios, se queda en el último comodín. Resurge la
brujería, la adivinación, aquello que no compromete pero si soluciona, es la
época de la droga, de la alucinación.
Realmente el hombre sigue buscando la salvación, siente en el
corazón como un vacío, un desierto en busca de oasis.
Conocemos la historia de esperando a Godot de dos mendigos,
esperan sin saber lo que esperan, ni a quien, ni como, ni fecha o incluso el
lugar de la fecha, de pronto llega un muchacho indicando que va llegar al día
siguiente, pero al día siguiente llega con la misma misiva de mañana, y los dos
pobres siguen esperando.
Alguno puede verse reflejado en esta espera de Godot, de
Samuel Beckett, es la situación del hombre postmoderno, un condenado a esperar
algo que nunca llega, es el drama absurdo, son castillos de arena de la playa.
La espera constituye la misma trama de la vida. Es su fuerza
y debilidad. Impaciente y serena, la espera es compañía de la vida en sus
búsquedas y encuentros. Contiene sus secretos. A veces es su freno y su
trampolín de lanzamiento, su memoria y latido de corazón... La espera es de
algún modo nosotros mismos, con nuestras cualidades y defectos, con nuestras
certezas y nuestros interrogantes, con nuestras necesidades y nuestros deseos.
(E. Debuyst).
La espera siempre rejuvenece al hombre.
2- El misterio de la
espera y venida de Dios, proclamado en la liturgia.
a- El gozo de la
espera y la certeza de la venida.
La Palabra de Dios que se proclama en el adviento resume las
esperas y búsquedas del hombre iluminada cuando se agita el corazón y la mente.
No es como el caso de Godot, sabemos a quien esperamos y sabemos que va a
llegar.
SALMO 32 Himno al poder y a la providencia de
Dios
.
1Aclamad, justos,
al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
2Dad gracias al Señor
con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; 3cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones:
4que la palabra del
Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales; 5él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
6La palabra del Señor
hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos; 7encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
8Tema al Señor la
tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe: 9porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.
10El Señor deshace los
planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos; 11pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
12Dichosa la nación
cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
13El Señor mira desde
el cielo,
se fija en todos los hombres; 14desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra: 15él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.
16No vence el rey por su gran
ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza, 17nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
18Los ojos del Señor
están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia, 19para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
20Nosotros aguardamos al
Señor:
él es nuestro auxilio y escudo; 21con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
22Que tu misericordia,
Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
(Salmo 32)
b- Los ritos de la
preparación.
Es un rito que nos prepara el corazón: preparar el camino del
corazón.
3:1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto
de Judea, 3:2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado.
(Mateo 3,2) leer
c- Maestros y modelos
de la preparación.
Maestros y modelos de espera: Isaías, Juan Bautista, María,
José.
Isaías: es el profeta que expresa la esperanza de Israel,
suscita la espera del hombre anunciado su, próximo cumplimiento en el salvador.
No hay motivo para durar de Dios: cumplirá sus promesas. El creador de cielo y
tierra, tiene poder de redimir a Israel creando un nuevo exodo, la salvación
será una nueva creación.
Juan Bautista: último de los profetas, resume en su persona y
palabra la historia precedente. Viene a preparar el camino al Señor, ofrece el
conocimiento de la verdad, el perdón de los pecados, es la voz que clama en el
desierto.
María: Es la que los profetas habían llamado “Hija de Sión”,
se culmina la espera mesiánica de todo el pueblo de Dios, pronuncia el Si del
ángel, salva al mundo desde la realidad humana.
José: esposo de María, hombre justo de la estirpe de David.
d- El leccionario
dominical
Primer domingo: Cristo como libertador.
Segundo domingo: Conversión por Juan Bautista, preparar el
camino.
Tercer Domingo: Juan Bautista bautiza con agua, Cristo con
Espíritu Santo.
Cuarto Domingo: Nacimiento de Jesús, las dos madres se
abrazan, María y Marta.
3- El misterio de la
espera y de la venida de Dios celebrado en la liturgia.
Siempre lo celebramos en la liturgia: “Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección , ven señor Jesús”.
Podíamos sintetizar en los siguientes puntos:
- Mantenerse
vigilantes en la fe, en la oración, apertura a conocer los signos de la venida
del Señor.
- Caminar por el
camino trazado por Dios, convertirnos.
- Testimoniar el gozo
que nos trae Jesús salvador.
- Tener un corazón pobre
y vacío, imantando a José, a la Virgen, a Juan el Bautista.
Con esta solemnidad se acaba lo que llamamos el ciclo litúrgico,
estamos ya pues a las puertas del Adviento, de la preparación para la Navidad.
Hoy ponemos en el centro de nuestra vida al Señor, Él debe ser el Rey de
nuestra vida, ha venido a gobernar no como los reyes de este mundo, ha venido a
reinar para dar al hombre la paz y la libertad.
Los reyes de este mundo esclavizan al hombre, son los poderes
que pretenden hacerse con nuestra vida, reyes, ídolos, mitos, que en definitiva
nos dicen que nos vayamos tras ellos. Pues bien hoy tenemos que dejar que el
Señor reine, es verdad que su Reino no es de este mundo, es cierto que su trono
no lo es, que su corona de joyas no existe, que no tiene ejercito con armas,
que no tiene territorio, que no tiene cárceles.
Nuestro Rey gobierna desde el Trono de la Cruz, gobierna con
una corona de espinas que simboliza el sufrimiento y el dolor del mundo. Es un
Rey solidario con el dolor, con la injusticia, con la pobreza, con las miserias
de este mundo, que viene a destronar al Príncipe de las Tinieblas, que quiere
que nos vayamos tras él, que querrá una y otra vez matar a Dios y decirte que
el único rey es el rey de la tierra, de las pasiones, de la perversidad y del egoísmo.
Cristo es nuestro salvador, nuestro redentor, nos saca de las
tinieblas, nos lleva a ser hijos de la luz, y eso supone nuestra redención de
los pecados, significa nuestra plenitud y nuestra liberación, en definitiva nos
capacita para el amor.
Los reyes de este mundo se imponen y oprimen, en cambio Jesús
se nos propone en generosidad y entrega, esa es la gran entrega del amor de
Dios, su Reino viene a reconciliar y salvar
lo que estaba perdido.
Recemos y oremos ante el trono de la Cruz, postrémonos a sus
pies, los pies del mensajero que nos conducen al camino que lleva la liberación
al hombre.
2 Sam 5, 1-3, Sal 121,
Col 1, 12-20, Lc 23, 35-43
.
Javier Abad Chismol
Párroco
Lecturas de esta semana
Jesucristo, Rey del Universo - CLAUSURA AÑO DE LA FE Ciclo C
Primera lectura
Ungieron a David como rey de Israel
Lectura del segundo libro de Samuel 5,1-3
En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron:
— «Hueso tuyo y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl
era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de
Israel. Además el Señor te ha prometido: “Tú serás el pastor de mi
pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel.”»
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey
David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos
ungieron a David como rey de Israel.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 121, 1-2. 4-5 (R/.: cf. 1)
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
Segunda lectura
Nos ha trasladado al reino de su Hijo querido
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 12-20
Hermanos:
Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al
reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por
medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres,
visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso
reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.
Palabra de Dios.
Aleluya
Mc 11, 9b-l0a
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.
Evangelio
Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43
En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo:
— «A otros ha salvado; que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.»
Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:
— «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.»
Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos.»
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:
— «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.»
Pero el otro lo increpaba:
— «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo
nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio,
éste no ha faltado en nada.»
Y decía:
— «Jesús, acuérdate de mi cuando llegues a tu reino.»
Jesús le respondió:
— «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.»
Palabra del Señor.
SANTO DE LA SEMANA
San Andrés, ApóstolFiesta: 30 de Noviembre Uno de los doce Apóstoles, hermano de Simón Pedro. Murió mártir en una cruz en forma de X Patrono de Rusia y Escocia
Breve:Andrés,
nacido en Betsaida, fue primeramente discípulo de Juan Bautista, siguió
después a Cristo y le presentó también a su hermano Pedro. Él y Felipe
son los que llevaron ante Jesús a unos griegos, y el propio Andrés fue
el que hizo saber a Cristo que había un muchacho que tenía unos panes y
unos peces. Según la tradición, después de Pentecostés predicó el
Evangelio en muchas regiones y fue crucificado en Acaya.
SAN ANDRES nació en Betsaida, población de Galilea situada a orillas del lago de Genezaret. Era hijo del pescador Jonás y hermano (le Sinmón
Pedro. La Sagrada Escritura no especifica si era mayor o menor que
éste. La familia tenía una casa en Cafarnaún y en ella se alojaba Jesús
cuando predicaba en esa ciudad.
Discípulo de Juan BautistaCuando
San Juan Bautista empezó a predicar la penitencia, Andrés se hizo
discípulo suyo. Precisamente estaba con su maestro, cuando Juan
Bautista, después de haber bautizado a Jesús, le vio pasar y exclamó:
"¡He ahí al cordero de Dios!" Andrés recibió luz del cielo para
comprender esas palabras misteriosas. Inmediatamente, él y otro
discípulo del Bautista siguieron a Jesús, el cual los percibió con los
ojos del Espíritu antes de verlos con los del
cuerpo. Volviéndose, pues, hacia ellos, les dijo: "¿Qué buscáis?" Ellos
respondieron que querían saber dónde vivía y Jesús les pidió que le acompañasen a su morada. Apóstol de JesúsAndrés y sus compañeros pasaron con Jesús las dos horas que quedaban del día. Andrés comprendió claramente que Jesús era el Mesías y, desde aquel instante, resolvió seguirle. Así pues, fue el primer discípulo de Jesús. Por ello los griegos le llaman "Proclete" (el primer llamado). Andrés llevó más tarde a su hermano a conocer a Jesús, quien le tomó al punto por discípulo, le dio el nombre de Pedro. Desde entonces, Andrés y Pedro fueron discípulos de Jesús. Al principio no le seguían constantemente, como habían de hacerlo más tarde, pero iban a escucharle siempre que podían y luego regresaban al lado de su familia a ocuparse de sus negocios. Cuando el Salvador volvió a Galilea, encontró a Pedro y Andrés pescando en el lago y los llamó definitivamente al ministerio apostólico, anunciándoles que haría de ellos pescadores de hombres. Abandonaron inmediatamente sus redes para seguirle y ya no volvieron a separarse de EI. AI año siguiente, nuestro Señor eligió a los doce Apóstoles; el nombre de Andrés figura entre los cuatro primeros en las listas del Evangelio. También se le menciona a propósito de la multiplicación de los panes (Juan, 6, 8-9)y de los gentiles que querían ver a Jesús (Juan, 12, 20-22) Después de PentecostésAparte
de unas cuantas palabras de Eusebio, quien dice que San Andrés predicó
en Scitia, y de que ciertas "actas" apócrifas que llevan el nombre del
apóstol fueron empleadas por los herejes, todo lo que sabemos sobre
el santo procede de escritos apócrifos. Sin embargo, hay una curiosa
mención de San Andrés en el documento conocido con el nombre de
"Fragmento de Muratori", que data de principios del siglo III:
"El cuarto Evangelio (fue escrito) por Juan, uno de los discípulos.
Cuando los otros discípulos y obispos le urgieron (a que escribiese),
les dijo: "Ayunad conmigo a partir de hoy durante tres días, y después
hablaremos unos con otros sobre la revelación que hayamos tenido, ya sea
en pro o en contra. Esa misma noche, fue revelado a Andrés, uno de los
Apóstoles, que Juan debía escribir y que todos debían revisar lo que
escribiese". Teodoreto cuenta que Andrés estuvo en Grecia; San Gregorio Nazianceno especifica que estuvo en Epiro, y San Jerónimo añade que estuvo también en Acaya. San Filastrio dice que del Ponto pasó a Grecia, y que en su época (siglo IV)
los habitantes de Sínope afirmaban que poseían un retrato auténtico del
santo y que conservaban el ambón desde el cual había predicado en dicha
ciudad. Aunque todos estos autores concuerdan en la afirmación de que
San Andrés predicó en Grecia, la cosa no es absolutamente cierta. En
la Edad Media era creencia general que San Andrés había estado en
Bizancio, donde dejó como obispo a su discípulo Staquis (Rom. 14,9).
El origen de esa tradición es un documento falso, en una época en que
convenía a Constantinopla atribuirse un origen apostólico para no ser
menos que Roma, Alejandría y Antioquía. (El primer obispo de Bizancio
del que consta por la historia, fue San Metrófanes, en el siglo IV). MartirioEl género de muerte de San Andrés y el sitio en que murió son también inciertos. La "pasión" apócrifa dice que fue crucificado en
Patras de Acaya. Como no fue clavado a la cruz, sino simplemente atado,
pudo predicar al pueblo durante dos días antes de morir. Según parece,
la tradición de que murió en una cruz en forma de "X" no circuló antes del siglo IV. En tiempos del emperador Constancio II (+361), las presuntas reliquias de
San Andrés fueron trasladadas de Patras a la iglesia de los Apóstoles,
en Constantinopla. Los cruzados tomaron Constantinopla en 1204, y, poco
después las reliquias fueron robadas y trasladadas a la catedral de
Amalfi, en Italia. San Andrés es el patrono de Rusia y de Escocia. Según una tradición que carece de valor, el santo fue a misionar basta Kiev. Nadie afirma que haya ido también a Escocia, y la leyenda que se conserva en el Breviario deAberdeen
y en los escritos de Juan de Fordun, no merece crédito alguno. Según
dicha leyenda, un tal San Régulo, que era originario de Patras y se encargó de trasladar las reliquias del apóstol en el siglo IV, recibió en sueños
aviso de un ángel de que debía trasportar una parte de las mismas al
sitio que se le indicaría más tarde. De acuerdo con las instrucciones, Régulo se dirigió hacia el noroeste, "hacia el extremo de la tierra"". El ángel le mandó detenerse donde se encuentra actualmente Saint Andrews, Régulo construyó ahí una Iglesia para las reliquias, fue elegido primer obispo del lugar y evangelizó al pueblo durante treinta años. Probablemente esta leyenda data del siglo VIII. El 9 de mayo se celebra en la diócesis de Saint Andrews la fiesta de la traslación de las reliquias. El nombre de San Andrés figura en el canon de la misa, junto con los de otros Apóstoles. También figura, con los nombres de la Virgen Santísima y de
San Pedro y San Pablo, en la intercalación que sigue al Padrenuestro.
Esta mención suele atribuirse a la devoción que el Papa San Gregorio
Magno profesaba al santo, aunque tal vez data de fecha anterior.
El Señor quiere que vivamos conscientes de nuestra condición
de finitud, de temporalidad, y por ello nos invita a que vivamos atentos y con provisionalidad
en este mundo. Nuestra tentación es vivir nuestra existencia como si nuestra
permanencia terrena fuera para siempre.
Nos dice que viene el día para los arrogantes, para los soberbios,
para los que creen burlar a Dios, para los que han desvirtuado la conciencia
del bien y el mal, de los que han comido del fruto del pecado que es sobrepasar
a Dios, que es pensar que podemospasar
por encima de nuestro Creador, pues si, les llega el día del juicio, donde se
levantara un sol de justicia, donde podrán ir todos los despreciados de esta
tierra, aquellos que han sufrido los tormentos de la injusticia de una
humanidad que vive sin Dios y al margen por lo tanto de la Verdad plena.
Es el juicio de Dios que acabará con aquellos que pensaron esquivar
a Dios, y su condición humana, ¡que equivocados! ¿Quién puede huir de Dios? ¿Quién
quedará al margen del Único que es justo?
Y para ello trabajemos con ahínco, con interés, miremos
nuestra vida, y pensemos si nos merecemos los dones divinos, si trabajamos con
ganas, si cumplimos la misión que el Señor nos ha encomendado a cada uno de
nosotros. Sí, dejemos la soberbia, el orgullo, la pereza, huyamos de lo fácil,
de lo cómodo, no queramos ir por el atajo que nos propone el demonio, que nos
ofrece grandes cosas, grandes promesas de una manera fácil, pero que lleva al
final a la condena de nuestra alma.
Todos nuestros ídolos, nuestros dioses quedarán destruidos, nuestros
falsos altares, aquellos que dábamos culto caerán como gigantes de barro. Llegará
el día de la persecución, de la humillación, de la venida del vengador, de
Satanás que vendrá en forma de autoridad terrena a destruir la Venida del Reino
de Dios, pero vosotros, los elegidos, manteneros firmes, alzad la cabeza, que
llega el tiempo de la liberación.
El Señor nos marcara la senda para caminar en el caos de la
humanidad, que sucumbirá ahogada como en los días del diluvio, pero que no
podrá contra los Hijos de la Luz, es la venida de la gran tribulación, de la
redención y de la salvación.
Ciclo C, XXXIII Tiempo
Ordinario: Mal 3, 19-20a, Sal 97, 2Tes 3, 7-12, Lc 21, 5-19.