XIX SEMANA DEL TIEMPO
ORDINARIO (C)
LLEGA LA LIBERACIÓN;
ESTAD PREPARADOS
El Pueblo de Israel esperaba la liberación de la esclavitud,
esperaba que el Señor rompiera las cadenas que le oprimían. Para nosotros la
mayor privacidad de libertad que existe es el pecado, que curioso, muchos
piensan todo lo contrario, es decir, que son precisamente las normas divinas
las que nos oprimen y no nos dejan ser verdaderamente libres.
De hecho se le acusa a la Iglesia de no compartir el estilo
de vida liberal, y eso hace que se le endemonie, creen que la Iglesia debe dar
tumbos en función de los tiempos, no entienden por ejemplo; la oposición al
aborto, a vivir en pareja sin sacramento, en el matrimonio homosexual o en el
liberalismo en la actitud. Pues bien, están completamente equivocados, la
Iglesia que es trasmisora del mensaje de Cristo, lo que quiere es que nadie se
condene, que todos los hombres se salven, es decir se critica la actitud pero
se salva a la persona por la misericordia de Dios, esa es la verdad plena. No podemos
condenar a nadie, pero si denunciar las actitudes que les destruye, pues a
hacerlo les damos la posibilidad de la redención, para que luego cada uno en su
libertad actúe como crea convenientemente.
Lo que tenemos que hacer es estar atentos a la llamada del
Señor, como Abraham, que creyó a pesar de la duda, que supo salir de sus dudas,
de su tierra, y dijo si al Señor, es la prueba de la fe, que desmonta nuestros
proyectos para crear unos más grandes que son los que agradan, que incluso
puede parecer tirano, como cuando le pidió que sacrificara a su hijo Isaac,
pero que luego no lo consintió, o el milagro de la fecundidad de su mujer Sara.
Dejemos que actúe el Señor y quedaremos sorprendidos.
Estemos preparados para agradar a Dios, tener la cintura
ceñida y las lámparas encendidas, que no nos pille la vida sin estar
preparados. Es un aviso misericordioso de Dios para alcanzar la plenitud de la
verdad.
Javier Abad Chismol
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