V DOMINGO DE CUARESMA
SALDREIS DE VUESTRAS TUMBAS
“Despierta, tú que
duermes, levántate de entre los muertos y te iluminará Cristo”
Estamos llamados a la vida, estamos llamados a salir de
nuestra condición de debilidad y de incredulidad, estamos llamados a escuchar
la voz del Señor que nos infunde su Espíritu y nos da la vida.
Los que viven esclavos del pecado y han perdido incluso la conciencia
de pecado, esos no pueden vivir, no pueden salvarse porque ellos mismos se
convierten en sus propios verdugos al negar a Dios, y no sólo al negarlo,
también al perseguirlo hasta acabar con Él, están engañados porque solo pueden
dañar y acabar con la existencia terrena, pero no lo pueden hacer con la
verdadera vida, la que perdura para siempre, por eso nos dice el Señor; “Tener
miedo de los que pueden acabar con vuestra alma pero no con los que pueden
acabar con vuestro cuerpo”.
La resurrección de Lázaro se nos presenta como un anuncio y
signo de lo que va a ser la pascua del Señor, por eso nos presenta a nosotros
una dimensión bautismal. Los signos del agua y la luz cobran ahora su verdadera
fuerza, una fuerza que es la resurrección y la vida, la luz y el agua son los
signos del bautismo y del nacimiento a la vida en Cristo, de esta manera el
Señor nos llama por nuestro nombre y lo hace a la verdadera vida que es la fe y
la resurrección.
Con la promesa del Señor se reconstruye nuestra vida, gana fuerza,
puede llegar a la verdadera plenitud, porque Él suple nuestro pecado y nos
ayuda a salir de nuestra tiniebla, de la muerte y nos lleva a la vida, no
importa nuestro pecado, el Señor nos salva para que salgamos de nuestra tumba,
de nuestra miseria, de nuestra torpeza, mueve la losa que nos hace esclavos y
nos lleva a la liberación venciendo a la muerte.
Javier Abad Chismol.
Parroco
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